Seguramente estaría terminando una nueva temporada marplantense. Iría primero en recaudaciones y disfrutaría cada noche de una buena cena en el restaurante de sus amigos, cerca del puerto. Callado, reconcentrado, tranquilo, rodeado siempre de la gente más cercana. Así veríamos hoy al "Negro" Olmedo.
Y en la tapa de la revista de actualidades saldría rodeado de las chicas del momento. Un ídolo. Como ayer, como siempre. Pero el "Negro" no está.
Cómo explicarle a los pibes aquellos diálogos de Borges y Alvarez (con Portales), cómo decirles que el Capitán Piluso y Coquito (aquel maravilloso Humberto Ortiz) eran los únicos que hacían que los chicos fueran a tomar la leche, desde la tele en blanco y negro. Cómo no recordar al Yeneral González, aquel personaje de Republiqueta bananera que como Rucucu o Rogelio Roldán se fueron con Alberto Olmedo. Por suerte están los tapes, las pelis. Y ahora el "Negro" se va para arriba: hasta tiene documental en History Channel y el año que viene harán un filme con su vida. Esa vida que es mentira terminó hace 20 años, un día en que se cayó de un piso 11, en Mar del Plata.
De dónde salían los personajes: de sus amigos, como "Chiquito" Roldán o de su observación de la realidad, como "El manosanta" al que no le teníamos fe y que descubrió en un viaje a Brasil cuando estaban de moda los curas sanadores, como cuenta su hijo Mariano. Aquel rosarino que tiene su canción propia creada por Fito Páez, que hoy es objeto de culto para muchos, que generó homenajes (como el que hoy emitirá Telefe a las 23) y mantiene vigente sus amores en sus tres mujeres (Judith Jaroslavsky, Tita Russ y Nancy Herrera) y en sus hijos (Mariano, Marcelo, Javier, Sabrina, Albertito y el desaparecido Fernando), el mismo que anunció su muerte el 4 de mayo del ´76 haciendo una broma en su programa "El chupete", llegó lejos. Pese a él mismo se convirtió en mito.
fotos: web.
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