Tras haber concretado su divorcio profesional del Ruso, la vedette no logra conciliar la tranquilidad. Llamados telefónicos insistentes, extrañas pintadas en la puerta del teatro Tabaris y unas ganas tremendas de que llegue el 27 de junio. ¿Qué hará ni bien baje el telón?
Los últimos días de Flor de la V fueron por demás intensos. A la polémica separación de su padrino artístico y profesional, Gerardo Sofovich, le siguió, además del acoso periodístico, una seguidilla de hechos agobiantes.
A los mensajes y llamados telefónicos no le dio mucha bola, pero sí se puso alerta con la pintada que apareció el último viernes en la puerta del teatro Tabaris. "Actriz y vedette desocupada busca teatro, show callejero, o lo que sea, para trabajar en el verano", decía el graffiti.
Después de encontrarse con esa desagradable leyenda y dar sus funciones, la vedette quiso distenderse un rato y se fue a cenar con su compañera Valeria Archimó, con quien se hizo bastante pegote en el último tiempo.
Por supuesto, el tema de fondo fue su independencia profesional. En la charla, Flor le contó que no ve la hora de que llegue el 27 de junio para sentirse totalmente liberada.
Su idea es visitar Nueva York y algunas ciudades europeas para poner la mente un poco en blanco y dejar atrás estos días complicados. Entre Estatua de la Libertad y Torre Eiffel, por qué no, capaz empezará a dilucidar su futuro: si lanza su propia compañía –a lo Carmen Barbieri- o si se incorpora a las filas de Nito Artaza.
Fotos:Web
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