Martín Bossi y todo “Gran Cuñado” están jugado al límite en algunas situaciones. Y el personaje puntual de Cristina (Fernández de Kirchner) no es la excepción. Todo lo contrario: es el preferido del público y además de presentar la perfección en la imitación de los gestos y las expresiones de la presidenta; sorprende con gestos como la emoción.Y parece que habrá lágrimas este lunes, de emoción, claro, cuando Bossi ponga en escena un acto peronista, con muchos extras en el piso haciendo de “pueblo” y hasta el Tula tocando el bombo, mientras la presidenta diga su discurso.El compromiso de Bossi con el personaje le llevó cinco meses de estudio, para mejorar cada detalle y la repercusión internacional demuestra el talento de este actor para recrear a la política más importante del país. Una imitación que, seguramente, no cae del todo bien en Olivos, pero que se aguanta a fuerza de popularidad y de no ir contra la corriente de lo que el público aplaude y agradece, el humor.
Fotos:Web
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