El programa arrancaró con un mega show con cuadros musicales. Jazz, rock, breackdance y números de acrobacia, con la presencia de 60 bailarines. Habrá 25 nenes que bailarán tap, cantantes en vivo, un grupo acrobático llamado "Los Winters" y Valeria Archimó y Hernán Piquín bailarán un adaggio.
También habrá invitados especiales, como Antonio Gasalla y Guillermo Francella. Tinelli presentará la apertura que se grabó en Colonia, Uruguay y que dirigió Luis Barros, basada en la serie televisiva Lost, que durará 8 minutos en este primer programa y que luego irá en versión reducida. ShowMatch festejará sus primeros 20 años con el regreso del humor que lo caracterizó y con los personajes más destacados, sketchs, cámaras sorpresa y parodias.
El staff está integrado por Freddy Villarreal, Pablo Granados, Pachu Peña, Álvaro Navia, José María Listorti, Larry De Clay, Toti Ciliberto, Roberto Peña, Sebastián Almada, Pichu, Campi, Carna, Martín Bossi, Yayo Guridi, Diego Korol, el Turco Naim , Gladis Florimonte, Anita Martinez, Marcela Feudale, Leo Rossenwaser, Fernando Ramírez, Jorge Fossetti, Mariano Iúdica, Mauricio Jortack, Walter Dangelo y Claudio Rico.
ShowMatch prepara además el relanzamiento de Gran Cuñado 2009, el reality de políticos que se estrenó por primera vez en el año 2001 y que permaneció en pantalla por dos temporadas. Los Jueves y Viernes irá "Bailando Kids", un certamen que reúne a 15 parejas de niños de entre 6 y 11 años provenientes de todo el país y de Uruguay que tratarán de cumplir un sueño solidario. El jurado estará integrado por Reina Reech, Carmen Barbieri, Laura Fidalgo y Miguel Ángel Cherutti.
Aunque este certamen recién comenzará la semana que viene, ya que en ésta hay fútbol el jueves y no se podía presentar a todos los chicos que participarán en un solo día. El cierre de éste primer programa será con un gran musical sorpresa, en los que intervendrán los humoristas del programa y destacados músicos invitados como "Los Nocheros”, “La Mona” Jiménez y Patricia Sosa, entre otros. ATENCIÓN: Mañana martes, Marcelo Tinelli estará en un movil en vivo en "Intrusos", donde hablará sobre éste debut y sobre su separación con Paula Robles.
La bestia
Alguien tiene que impartir justicia. No digo sacrificarlo pero sí detenerlo. Que le inventen algo. Como a algunos candidatos. Ya está bien. ¡Ya esta bien! Hay que gritar para que escuche.
No se puede hacer 41 puntos y salir impune. Como si nada el tipo terminó el programa, saludó y se fue a dormir. Como un trámite más que viene haciendo desde hace veinte años. Con una impunidad televisiva que asusta.
Por Jorge Rial
Cuando alguien lo intenta detener, que fueron pocos, entra por una puerta y sale por la otra. Sólo o en grupo comete el peor delito de la televisión: ganar en cualquier cancha. Es cierto que no te goza, que no te gasta. Pero te rompe el upite sin compasión y uno cree descubrir una sonrisa en la comisura de sus labios. Se lleva puesto lo que le ponen enfrente. Hasta canales completos. Ni hablar de otros programas. Mucho menos de críticos que cada año preparan la necrológica para festejar su fallecimiento profesional.
Otro año más en que sus enemigos deberán guardar el traje negro para una mejor ocasión. A esta altura su participación en la pantalla roza el delito. Que la Corte Suprema deje por un segundo su garantismo y cuele algunas leyes que lo borre definitivamente de la industria. Ya está. Ya hizo todo. Hizo cantar desconocidos, bailar gatos, hacer debutar cómicos ignotos y lanzar a la atmósfera de la farándula estrellas fugaces y no tanto.
En el medio se separó, se casó y se volvió a separar. Arrancó en Telefe, se fue al Nueve y se pasó a Canal 13. Lo humillaron en su propia casa. Lo acusaron de grasa, de cursi, de cuasi porno, de discriminador y de no aportar nada a la televisión. Se compró un equipo de Voley y otro de fútbol. Se construyó su propia productora. Se peleó con un gobierno, se amigo con otro y vuelta a pelearse.
Dicen que se llevó puesto a un presidente. Dicen que tienen miedo que se lleve puesto a otro. Terminó el año con poco más de catorce puntos y muchos ya armaban la pira funeraria para quemar su cuerpo. Se rapó y se tatuó. Ya está, aseguraron los otros. Se volvió loco, se le subió la fama a la cabeza, le agarró el viejazo o está desesperado por volver a ser el de antes.
Encima tuvo la mala o buena idea de separarse. ¡Promoción! Gritaron los que que ven complots en todo lados. Coincidencia con su vuelta, afirmaron vehementes los que tienen la posta. Va a hablar del tema, confirmaron los bien informados. Se reconcilia en cámara, rezaron los devotos de los trascendidos. Blanquea una nueva relación, deliraron los que sueñan con ser guionistas y no periodistas. Cualquier cosa sirve para intentar que, de una vez por todas, este tipo nos deje en paz. Es cierto que sin él todo sería más aburrido y habría poco de qué hablar. Que los programas de espectáculos sobrevivirían duras penas y los de archivos directamente desaparecerían.
Es verdad también que en cada canal es un gerente de programación virtual. Que es la estampita que todos frotan cuando necesitan el milagro imposible. Por eso hay que pararlo ya antes que sea más tarde. No digan que no avisé. Hagamos de cuenta que fue un accidente. Compremos algunos jueces. Total, en este país ningún tema aguanta tres semanas en primera plana. No estoy hablando de un asesino serial. Estoy hablando de Marcelo Tinelli. La bestia.
Que es capaz de repatriar a sus viejos cómicos y tener a más de cuatro millones de personas pegadas a la pantalla viendo lo que ya vieron. Es él. No tiene cómplices. No acusen a nadie. Sólo hay que pararlo de alguna manera. De otra forma uno juega en inferioridad todo el tiempo. Alguien lo tiene que hacer o decir: Tinelli… déjate de joder y por favor tomate vacaciones. Déjanos en paz un rato. ¿Qué te cuesta?
Fuente: Primiciasya.com.ar
Autor: Jorge Rial
Fotos: web.
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