En el marco del aniversario número setenta del reconocido espacio cultural Clásica y Moderna, Cristina Pérsico presenta, a modo de festejo, su reconocido espectáculo.Napoli Canzonette
“Pérsico canta con orgullo una tradición heredada de su abuela Guistina (…) la naturalidad de su canto hace que se olviden rápidamente las gastadas y artificiosas versiones de los tenores famosos”,
Sandra de La Fuente, Diario Clarín
“La voz de Cristina Pérsico se anuncia segura en su tesitura de mezzosoprano, con sólidas notas graves de contralto. La emoción penetra por entre los rallentando del fraseo o las apoyaturas típicamente itálicas, con todo su visceral sentimentalismo latino”,
René Vargas Vera, Diario La Nación
“Lo más atractivo de su show está en la expresividad con que interpreta canciones en su mayoría muy conocidas”,
Ricardo Saltón, Diario Ambito Financiero
“Pérsico entona temas de punzante nostalgia como Santa Lucia Lontana, apasionados como O paese o´sole (…) y , entre otros, junto a su abuela Giustina –en una vieja grabación casera- hace Ammore brusciardo. Diversas canzonette para que Nápoles se nos suba al corazón”,
Moira Soto, Diario Página 12
A partir del 11 de junio, todos los miércoles a las 21 hs. en Clásica y Moderna, Callao 892.
Cristina Pérsico / voz
Pablo Estigarribia / piano
Carlos Diener / cello
Diego Vila / dirección musical
Luego de un importante trabajo de investigación, Pérsico seleccionó un puñado de las más inolvidables y amadas canciones de la Nápoles del 1800 hasta la actualidad. La cancionista inició esta tarea de rescate siempre con la marca fresca de aquellas “canzonette” que le enseñaba su abuela Giustina mientras amasaba los tallarines.
“María Mari”, “Munasteiro é Santa Chiara”, “Dove sta Zaza”, “Luna Rossa”, “Maruzzella”, “Anema e Core” y “Catari” son algunas de las canciones que Pérsico recorre en este nuevo ciclo el cual se realizará con el fin de festejar el aniversario número setenta del hermoso espacio cultural Clásica y Moderna.
“Las canzonettas son pura emoción y sentimiento. Van desde la ternura a la pasión dramática, de la dulce melancolía a la nostalgia más desgarradora. Le cantan al sol, al mar, a la pena, a la alegría, a la picardía y a la tierra. Llegaron a Buenos Aires de la mano de aquellos inmigrantes napolitanos que nos dejaron su arquitectura, su gastronomía, su gestualidad, su música, su huella en el tango y estas canciones que hoy llevamos para siempre en nuestros corazones porteños”, comenta Cristina Pérsico.
Foto: Prensa Silvina Pizarro.
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